Citas para reflexionar...

"Una persona exitosa es la que construye un edificio sólido con los ladrillos que le van lanzando los que quieren derribarla"
[David Brinkley].

19 de febrero de 2012

MEMORIAS DEL TERROR (PARTE II)


En esta segunda parte, pretendo refutar otra de las "historias modificadas" sobre la época del terrorismo, que desafortunadamente viene difundiéndose con cierto éxito entre nuestros jóvenes.

b. ES FALSO AFIRMAR QUE LA POBLACIÓN SE VIO “EN MEDIO DE DOS BANDOS MALIGNOS EN PUGNA”

Esta afirmación la he escuchado reiteradamente en programas periodísticos y verdaderamente indigna que la sutileza de la idea pretenda deformar enormemente la realidad de los hechos. La “sutil” idea pretende proyectar la imagen de un pueblo víctima del enfrentamiento de dos fuerzas malignas, una la de las hordas terroristas y otra la del Estado.

Voy a partir señalando categóricamente que la idea es FALSA. Y me explico:

- El Estado combatía al terrorismo, y no es la parte “mala” de la historia. Si queremos encorsetarnos y seguir una clasificación maniquea, el Estado en este caso debía ser el “bueno” de la película. Es decir, había un grupo de delincuentes, que debía ser enfrentado por las fuerzas del orden.

- Ahora bien, que las fuerzas del orden (Policía Nacional, Ejército, etc.) no hayan mostrado mucha efectividad durante los 80s, se debió más a malas decisiones políticas de los gobernantes de turno, y al hecho de que recién a fines de 80s se entendió la necesidad e importancia de un trabajo de inteligencia profesionalizado.

- Por otro lado, si dentro de las fuerzas del orden, algunos elementos cometieron excesos e incluso delitos, ello no puede ser generalizado. Conozco versiones de primera mano de heroicos policías y militares (o de sus familiares) que ofrendaron su vida o su integridad física, y que además confiaban en que sus comandos daban las órdenes correctas, bajo circunstancias extremas, en la lucha contra la subversión. 

- La prueba de que los civiles, sean citadinos o campesinos, entendían que la lucha era del país contra el Terrorismo (y que no eran meras “víctimas de la circunstancia” en medio del enfrentamiento de dos “fuerzas malignas”) son precisamente los Ronderos Campesinos, que en Cajamarca probaron ser en muchos casos, más efectivos que la misma policía. Los Comités de Autodefensa son otra prueba de la sociedad civil tratando de defenderse y tomando partido por el Perú, en contra del terrorismo. Ya si consideramos casos extremos, tenemos el triste y lamentable caso de la Matanza de Uchuraccay, en la que campesinos de dicha localidad, aterrados y asolados por ataques de hordas senderistas, aparentemente atacaron y mataron a un grupo de periodistas de diversos medios, a quienes habrían confundido con terroristas.

Nadie deseaba estar en medio de una lucha. Pero ya estando sobre el problema, estoy convencido de que la mayoría se plegó a favor del país. Esto no es lirismo ni poesía ni frase cliché. La prueba objetiva y concreta de ello es que el terrorismo comenzó a perder espacios en los 90s, y la sola estrategia militar o policial no lo hubiese logrado, sin el respaldo (por acción u omisión) de la población.

Es muy fácil criticar -y distorsionar- tras 20 o 25 años. Sólo los que vivimos esa época conocimos en carne propia la zozobra de saber que tal vez no regresaríamos a casa si un grupo terrorista detonaba un coche bomba en nuestro centro de estudio, en los negocios aledaños, en nuestros centros de trabajo. Los cortes de agua (producto del corte de electricidad de las Sub Estaciones de Sedapal) nos habituaron a almacenarla en baldes y a racionarla, generándose situaciones insalubres y hasta una epidemia de cólera. Se volvió obligatorio considerar velas y fósforos en nuestra canasta básica. Los transportistas dejaban de circular cada vez que se convocaba a un paro armado o cuando había apagones y muchos nos tuvimos que habituar a retornar a nuestras casas caminando 20 o 30 cuadras en medio de la noche.

En una época en la que no existía la internet ni los celulares, alrededor del 80% de los teléfonos públicos en Lima estaban inservibles por obra de vandalismo o del terrorismo, o de la inoperante administración de la antigua CPT (Compañía Peruana de Teléfonos). Verdaderamente, la única vía de comunicación era RPP (y esto no es publicidad en absoluto, es una mera constatación de la realidad). Todos los días, a toda hora, las personas llamaban a RPP para dejar mensajes a sus familias indicando si estaban bien tras un atentado terrorista, o si necesitaban alguna ayuda. En el Perú, RPP se convirtió en lo que hoy las redes sociales llamarían un “foro”, un foro masivo y nacional.

En aquella época, durante Estados de Emergencia, que la policía detuviera un bus e hiciera bajar a los universitarios y revisar nuestras mochilas, en el ímpetu de mi juventud me hacía sentir indignado y frustrado. Mirando en retrospectiva, ya no podría decir si sigo 100% indignado, cuando es sabido y conocido que muchos centros de estudio se convirtieron en “territorio liberado” del terrorismo, en centros de adoctrinamiento. Que, en tales operativos, algunos malos efectivos cometieran excesos y delitos no nos habilita a levantar el dedo generalizador y estigmatizador.

Algo que me preocupa sobre manera es que el argumento que pretendo rebatir parece haber sido generado y enarbolado con un fin puramente político, sin medir las implicancias que ello puede acarrear para nuestra memoria como país. Veamos, es un hecho que el gobierno de Fujimori albergó actos de corrupción y excesos, por los elementos y pruebas que ahora conocemos. Entonces, es comprensible que exista un sentimiento encontrado con el logro del inicio de la caída del terrorismo durante su gobierno. Como alguna vez expliqué, nadie espera que el bombero que apagó el fuego de tu casa y salvó a tu hija, luego viole a tu esposa. De alguna manera es comprensible esta sensación de frustración e indignación.  Creo que es correcto y necesario que se procesen a los responsables de los excesos y delitos cometidos. Lo que no podemos hacer es, una vez más, generalizar y decir que "todo lo que se hizo en esa época fue malo". Si Belaúnde o Alan García hubiesen capturado a Abimael Guzmán, creo que nadie hubiese dicho ni entonces ni ahora "no, no es su logro, es sólo de la Policía Nacional". Tampoco me parece lógicamente coherente señalar primero que Fujimori, al ser el Jefe Supremo de las Fuerzas Armadas y dirigir personalmente la lucha contra la subversión, es responsable de la Matanza de Barios Altos, para luego alegar que no es responsable de la captura de Abimael Guzmán, de Polay, y de otros cuadros terroristas. Resumiendo, so pretexto de pretender quitar todo mérito al gobierno de Fujimori, no podemos crear y difundir la deformada idea de que "las fuerzas de orden de esa época" (de manera general y absoluta) eran "malignas", que el terrorismo "también" (sic) era maligno y que el pueblo estaba en medio de ese enfrentamiento. Todos conocemos la hecatombe económica del primer gobierno de Alan García, la inoperancia policial del gobierno de Belaúnde, etc., pero creo que la lucha contra el terrorismo tanto en la época de Belaúnde, como en la época de García y en la época de Fujimori fue una lucha y un logro de todos nosotros como país.

Para concluir, debemos comprender que el comerciante que, a pesar del Paro Armado convocado por terroristas, abría su puesto en el mercado, se estaba enfrentando al terrorismo. Los universitarios que optamos por rechazar las ideas que nos pasaban en panfletos, afiches o discursos, nos enfrentamos al terrorismo. El campesino que, pese a los ataques y persecuciones o a la situación de abandono de su comunidad, no se plegó a las huestes senderistas o emerretistas, se enfrentó al terrorismo. Espero que las nuevas generaciones comprendan que en la lucha por la libertad, la democracia y el Estado de Derecho, EL PAÍS se enfrentó al terrorismo.

Lima, 19 de febrero de 2012.

P.S.: Una vez más, respeto todos los derechos de autor de las imágenes insertas, las cuales  de conformidad con las normas nacionales, utilizo únicamente con fines informativos y sin ningún fin de lucro.

12 de febrero de 2012

MEMORIAS DEL TERROR (PARTE I)


El día de hoy, el Gobierno ha anunciado la captura del líder senderista “Artemio” en el Alto Huallaga. Muchos que vivimos la época del terror de los 80s y 90s en nuestro país, no podemos más que celebrar la noticia. Sabemos que la lucha no ha acabado, y por ello, no debemos bajar la guardia.

Además, tamaña noticia hace que recupere un poco el optimismo tras ver hace algunas semanas algunos reportajes periodísticos que demuestran que varios jóvenes nacidos a fines de los años 80s y adolescentes nacidos en los 90s no recuerdan o no han conocido la barbarie terrorista que nos aquejó precisamente durante todos los años 80s e inicios de los años 90s, y que buscan ser captados por movimientos que defienden la ideología subversiva, refinadamente reciclada y adulcorada. En efecto, esta falta de memoria como país, previsiblemente es explotada por grupos radicales que pretenden hacer apología de los grupos subversivos que sometieron a nuestro querido Perú social, económica y políticamente, con miles de muertes y crímenes de las que tales grupos subversivos fueron irrefutables autores y responsables.

Tras estos destapes periodísticos, algunos medios de comunicación han pretendido “hacer recordar” a las nuevas generaciones ese episodio oscuro de nuestra historia. Empero, algunos (lamentablemente muchos, diría yo) se han visto “ganados por el exceso de entusiasmo” y han comenzado a propalar una versión deformada de la historia, lo cual, desde mi punto de vista, puede llegar a favorecer las versiones que, más “condescendientes”, pretenden dar una visión maniquea que favorezca intereses políticos no muy santos.

Mi propósito es contribuir a derrumbar estos “malentendidos” para que comprendamos la real magnitud del problema que los que vivimos en aquella época tuvimos que enfrentar. En este post, me dedicaré al primero, y espero que en las siguientes entregas, pueda disertar sobre dos más:

PRIMER GRAVE ERROR: ASUMIR QUE LIMA SÓLO TOMÓ CONCIENCIA DEL TERRORISMO CON EL ATENTADO DE TARATA.-

Este argumento lo he escuchado incluso a algunos veinteañeros alumnos durante exposiciones o participaciones en clase y peor aún, se lo he escuchado a algún despistado reportero o periodista en los reportajes que están pasando en las últimas semanas en la televisión. Esta deformada idea busca “resaltar” directa o indirectamente que mientras el país se desangraba en un enfrentamiento cruento de más de 10 años, Lima, la capital, se habría mantenido ajena a todo ello, dándole la espalda, y “sólo tras el trágico atentado de Tarata” (calle en el distrito limeño de Miraflores), entonces, “el Gobierno se puso los pantalones y acabó con el terrorismo”.

La falsedad del argumento sale a la luz con la sola revisión de la cronología de los atentados terroristas y de una serie de hechos que mi generación vivió y que conocemos (desafortunadamente) de primera mano. Si bien existe abundante material escrito, videos y pdfs de diarios de la época (que los medios de prensa debieran revisar más seguido y de manera más atenta), el siguiente recuento se basa en parte en la cronología contenida en las páginas 414 a 417 del Informe de la CVR (recuento bastante sesgado, desde mi punto de vista), complementado con información propalada por noticieros de la época, y documentales que bien pueden ser visualizados en internet.

Veamos, entonces, cómo Lima vivió los 80s y 90s bajo la sombra del terrorismo:

1980
13/06/1980: Incendio del local de la Municipalidad de San Martín de Porres con bombas molotov. Se arrojan volantes  con  lemas al PCP-SL (Partido Comunista del Perú – Sendero Luminoso).
14/12/1980: Atentados en 07 lugares de Lima, dinamitan embajadas y 4 agencias bancarias.
26/12/1980: Aparecen perros colgados por el PCP-SL en postes de alumbrado público del Centro de Lima. 
1981 
05/01/1981: Asesinato por el PCP-SL del GC (Guardia Civil) Rigoberto Trigoso Daza que custodiaba la casa del Ministro de Guerra.
04/05/1981: Una decena de actos terroristas se registran en la madrugada en Lima, entre las 2.30 y 4:00 a.m., causando daños materiales a propiedades del Estado y del sector privado (la voladura de una torre de alta tensión en La Tablada de Lurín afectó el suministro de fluido eléctrico del Cono Sur de Lima). 
01/08/1981: Dinamitan 04 locales Acción Popular, 03 Juzgados  de  Paz  y la Oficina ESAL (hoy SEDAPAL) de Villa el Salvador.
 31/08/1981: En la madrugada, 06 atentados terroristas se producen en distintos puntos de Lima, productos de un mismo operativo rigurosamente planificado.
08/09/1981: 10 nuevos petardazos contra: Fábrica de Mármoles, empresa de muebles “501”, Celanese Peruana, National (antigua Panasonic), Hartinger, Textil La Unión, Cerámicos Trébol, fábrica de calzado Bata, y el monumento en memoria del GC Patiño. 
24/11/1981: Una turba nocturna de más de 50 personas arroja 20 bombas molotov, destruyendo lunas de 02 bancos en pleno centro de Miraflores. Una hora más tarde se  produce  un  apagón  total  en  toda  la ciudad, debido a voladura de torre de alta tensión que transmite energía eléctrica de la Central del Mantaro a Lima. 
1982 
29/03/1982: Voladura de torres de alta tensión y consecuente apagón total en Lima por espacio de dos horas. 
Mayo 1982: Abimael Guzmán es cercado en la casa de su suegro en la Av. Pershing (Magdalena), pero no es capturado por “encontrarse muy enfermo” y podía “victimizarse”. Posteriormente, Abimael Guzmán escaparía. 
05/07/1982: Ataque al puesto policial en Ñaña (Cono Este de Lima). Mueren 02 policías y 02 senderistas.
 02/08/1982: Voladura de 05 torres de alta tensión provoca apagón general en Lima y Callao. Saqueo del Mercado Central y de Polvos Azules (en ese entonces, ubicado exactamente a la espalda de Palacio de Gobierno). Atentados contra los locales de la Cancillería (Jr. Ucayali), el Ministerio de Economía y Finanzas (Jr. Conde de Superunda, a 2 cdras. de Palacio de Gobierno), el Ministerio de Industria y Turismo (en la Av. Canaval y Moreyra, San Isidro), y contra el Palacio de Justicia (Centro de Lima).
19/08/1982: Apagón y atentados en diversos puntos de la ciudad. Al día siguiente se declara a Lima y el Callao en Estado de Emergencia.
27/12/1982: Comunicado del PCP-SL a través del periódico senderista “El Diario”, amenazando que “a más represión, habrá más acciones guerrilleras” (sic).
1983
07/02/1983: 15 terroristas armados atacan los almacenes de la tienda Monterrey (uno de los “plaza vea” o “tottus” de la época). Muere a balazos el vigilante Tomás Moya y el suboficial PIP (Policía de Investigaciones del Perú) Pedro Caballero queda herido.
 
27/05/1983: Dinamitazo de 10 torres de alta tensión en Lima. Durante el apagón, dinamitan 03 agencias bancarias, la sede de Sedapal, la fábrica Bayer, el local de la PIP (Policía de lnvestigaciones del Perú), el parque Neptuno (ubicado en parte de lo que ahora es el Circuito Mágico del Agua), el puesto policial de Tahuantinsuyo. Se produce un incendio de grandes proporciones en Bayer. Los terroristas iluminan el cerro San Cristóbal con antorchas, con la imagen de la hoz y el martillo. Tras ese incendio, la Bayer se va del Perú.
1984
22/01/1984: Ataque a puesto policial en Villa El Salvador por el MRTA, Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (primera acción en Lima de dicho grupo terrorista). 
24/04/1984: Atentado contra el vehículo del presidente del JNE, Domingo García Rada, dejándolo gravemente herido y causando la posterior muerte de su chofer.
16/05/1984: Mal llamado “quinto aniversario de la Lucha Armada”, 20 atentados por “conmemoración”. 
16/08/1984: Comunicado clandestino del MRTA. Señalan que “no realizará acciones militares contra el APRA, mientras éste no ataque al pueblo”, y que continuarán “combatiendo a las transnacionales y a las fuerzas represivas”. Toman 06 emisoras de radio para transmitir el mencionado comunicado.
07/02/1984: El Gobierno declara Estado de Emergencia por 60 días en Lima y Callao.  
10/02/1984: Toque de queda en Lima.
1985
Marzo 1985: Belaúnde recibe en Palacio de Gobierno al mandatario argentino Raúl Alfonsín. En ese mismo momento, se produce una balacera terrorista en la Plaza de Armas. Apagón general en Lima. Explosiona un coche bomba en la puerta de la Municipalidad de Lima y otro a la espalda del Palacio de Justicia. Los terroristas incendian los locales de las tiendas Scala y Oeschle (los “saga” y “ripley” de la época) ubicados en la Plaza de Armas.
Explosión de Coches Bomba en la Prefectura y la DIRINCRI (Av. España, Centro de Lima) y la Cámara de Comercio del Callao, por parte de terroristas.
Explosión de Coche Bomba en el Centro Comercial San Isidro (actualmente la tienda “Metro”, a la altura del Puente CORPAC).
1986
19/06/1986: Violenta Toma y Motín Terrorista en los Penales Lurigancho, El Frontón y Santa Mónica, coincidiendo con la reunión en Lima del XVII Congreso de la Internacional Socialista. La represión terminó con la muerte de cerca de 300 amotinados. El presidente Alan García se compromete a “encontrar a los responsables” de la masacre. Este hecho posteriormente es bautizado por los subversivos del PCP-SL como “día de la heroicidad” o “aniversario de la masacre de los penales”.
Atentado del MRTA con Coches Bomba en el local de la Occidental Petroleum (OXY) en el Callao.
1987
30/01/1987: Asesinato de César López Silva, dirigente PAP, frente a su domicilio. 
13/02/1987: Allanamiento de 03 universidades buscando terroristas, por parte de fuerzas combinadas de la policía. 793 detenidos y 01 muerto. 
09/04/1987: Un grupo senderista ataca la cebichería “El Piano”, restaurante cercano al cuartel de la División Blindada en el Rímac. Mueren 02 oficiales del Ejército y 05 civiles.
29/08/1987: Un grupo de senderistas asesina al presidente de ENCI, Rodrigo Franco (PAP) y a su guardaespaldas en su casa de Chosica. Hieren a su esposa y dos hijos. 
01/10/1987: Asesinan a Nelson Pozo Calva, subsecretario de organización del PAP y a Edilberto Argote.
31/12/1987: Vuelan 30 torres de alta tensión del sistema interconectado del Mantaro. El apagón se sintió en varios departamentos, afectando también a Lima.
Explosión de Coches Bomba en la agencia del Banco de Crédito de la Av. Larco (Miraflores), y en el estacionamiento subterráneo del Hotel Sheraton (Paseo de los Héroes Navales, Centro de Lima), por el MRTA.
1988
11/04/1988: Asesinato del empresario Brancko Pejnovil Baigm, de la fábrica textil Hilados S.A. 
01/06/1988: Asesinato por el MRTA de la abogada Carmen Rosa Cusquén, acusada de “delatora”, en el Hospital Loayza. 
07/07/1988: 08 integrantes del MRTA secuestran al Gral. FAP (r) Héctor Jerí García.
Explosión de Coche Bomba en el frontis del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas (Av. Arequipa, Centro de Lima, cerca del Estadio Nacional), por el MRTA.
1989
19/01/1989: Paro Armado convocado por el PCP-SL en la Carretera Central (Ate Vitarte).
13/02/1989: Asesinato del Secretario General de Federación Minera, Saúl Cantoral en Canto Grande, dejando un cartel: “Así mueren los soplones, perro  vendido de la huelga minera”. También matan a Asistenta Social, Consuelo García. 
27/04/1989: Asesinato del diputado IU (Izquierda Unida) Eriberto Arroyo Mío en Chaclacayo, después de dejar a sus hijos en el colegio. El PCP-SL, a través de su periódico “El Diario”, elude responsabilidad por el atentado.
17/05/1989: Pese a lo anterior, el PCP-SL asesina al ingeniero Abelardo Ludeña Luque, militante de IU y docente de la UNI. 
03/06/1989: 07 soldados del regimiento “Húsares de Junín” son asesinados con dinamita en  Barrios  Altos. 
20/07/1989: Convocatoria a Paro Armado de “los trabajadores clasistas” de la Carretera Central y la Av. Argentina. Disparos de cohetes contra periodistas y toma de asentamiento humano. Los transportistas se plegaron al paro.
04/10/1989: Secuestran al entonces presidente de canal 5, Héctor Delgado Parker (no es Genaro, Genaro es su hermano). Matan a su chofer.
31/10/1989: Asesinato del  dirigente textil y miembro del Comité Central del PUM, Enrique Castilla.  
01/11/1989: El PCP-SL marcha por la plaza Manco Cápac (La Victoria), detonando explosivos. En el enfrentamiento con la policía mueren 03 personas.
03/11/1989: Paro Armado en toda Lima convocado por el PCP-SL. Atacan vehículos policiales, derriban torre eléctrica e incendian camión. Se colocan varios explosivos.
1990
09/01/1990: El general (r) del Ejército y ex ministro de Defensa Enrique López Albújar  es asesinado por el MRTA en San Isidro. 
11/03/1990: En una de las acciones más impresionantes y violentas realizadas por el MRTA en Lima, la terrorista Lucero Cumpa fue rescatada mientras era trasladada al Poder Judicial junto a la senderista Nelly Evans en una camioneta de la Policía Técnica del Perú. 03 policías fueron asesinados.
09/07/1990: Escape de 47 presos del MRTA del penal Castro Castro a  través  de  un  túnel, incluyendo  a  Víctor  Polay Campos  y Alberto Gálvez Olaechea, dos de sus principales líderes.
Setiembre 1990: Secuestro del diputado Gerardo López (Cambio 90) por el MRTA. 
16/12/1990: Asesinato del diputado Alejandro Victoria Mendoza (Cambio 90), en Ate Vitarte.
1991
25/01/1991: Terrible explosión de Coche Bomba en el Aeropuerto Jorge Chávez. A raíz de ello, EE.UU. declara a nuestro aeropuerto “uno de los más inseguros del mundo”.
29/05/1991: Paro Armado convocado por el PCP-SL a través de un organismo de fachada el “Movimiento Revolucionario de Defensa del Pueblo”. 
Junio 1991: Con acciones violentas en todo el país culmina el “mes rojo de del PCP-SL”. El “mes rojo” va desde el 17 de mayo (por el “aniversario del inicio de su guerra contra el país”) hasta el 19 de junio, día de la “heroicidad o aniversario de la masacre de los penales”. 
Agosto 1991: Explosión de Coche Bomba en la Residencial San Felipe, Jesús María.
1992
25/01/1992: Ex dirigente de Patria Libre, Andrés Sosa es asesinado por un comando del MRTA.
15/02/1992: Asesinato de María Elena Moyano, dirigente de la Federación Popular de Mujeres de Villa el Salvador y teniente alcaldesa del distrito, por el PCP-SL.
 
 Febrero 1992: Explosión de Coche Bomba en la Residencia del Embajador de los EE.UU. (Av. Petit Thouars, frente a lo que ahora es el Circuito Mágico del Agua). 02 policías muertos y 10 civiles gravemente heridos.
Abril 1992: Enfrentamiento en Raucana entre soldados del Ejército y pobladores de filiación senderista. 03 pobladores mueren baleados.
09/05/1992: Intervención policial denominada «Mudanza Uno» en los pabellones tomados por años por senderistas del penal de Canto Grande con motivo de trasladar a más de 100 mujeres hacia la cárcel de Chorrillos. En el enfrentamiento,
35 reclusos acusados por terrorismo resultaron muertos, entre ellos Hugo Deodato Juárez Cruzatt, integrante del Buró Político del PCP-SL.
05/06/1992: Terrible atentado contra el Canal 2 (Frecuencia Latina): un “camión bomba” hace explosión destruyendo completamente sus instalaciones y matando a 03 trabajadores del canal, entre ellos el periodista Alejandro Pérez.
16/7/1992: Explosión de un coche bomba enviado por el PCP-SL en pleno centro de Miraflores, en calle Tarata. Los terroristas primero ocasionaron un apagón general para perpetrar su atentado. Más de 20 muertos, y cerca de 200 heridos de gravedad, 164 viviendas destruidas, 400 establecimientos comerciales dañados. El atentado de Tarata es hasta ahora el atentado con coche bomba con peores daños ocasionados, en nuestro país.
22-23/07/1992: Tras el atentado de Tarata, Paro Armado del PCP-SL en todo Lima. 08 muertos, 38 heridos, 05 coches bomba, 13 vehículos de transporte urbano incendiados y 23  artefactos explosivos. 
12/09/1992: El Grupo Especial de Inteligencia (GEIN) de  la  DINCOTE  captura  a  Abimael Guzmán Reinoso y la cúpula dirigencial del PCP-SL, en una residencia de Surquillo.
Noviembre 1992: Explosión de Coche Bomba en la cdra. 6 de la Av. Pardo, Miraflores.
18/12/1992: Pedro Huilca, secretario general de la CGTP es asesinado.
1993
24/01/1993: MRTA rapta al empresario minero David Vera Ballón, posteriormente es victimado.
17/05/1993: El PCP-SL convoca a un “Paro Armado” en toda Lima, desde el lunes 17 al miércoles 19. El paro es acatado por los transportistas.
Octubre 1993: Explosión de Coche Bomba al lado del Hotel Crillón (Av. Colmena, Centro de Lima), atentado atribuido al PCP-SL.
Noviembre 1993: Abimael Guzmán, ya capturado, plantea el “acuerdo de Paz” (lo que ahora proponía el MOVADEF), mientras que el camarada Feliciano prosigue con la “lucha armada” (“VI Plan Militar”).
Diciembre 1993: 300 presos senderistas de Canto Grande adhieren al “acuerdo de paz” de Abimael Guzmán.
En ese mismo mes, el PCP-SL explosiona un Coche Bomba en la puerta del local del Diario Oficial El Peruano, en el Centro de Lima (Av. Alfonso Ugarte), previo apagón en toda Lima.
1995
24/05/1995: Explosión de Coche Bomba en la puerta del Hotel María Angola, en Miraflores, previas ráfagas de metralleta.
30/11/1995: Miguel Rincón Rincón, importante miembro de la cúpula del MRTA, es capturado junto a Lori Berenson, en una residencia en La Molina. Se planificaba un ataque al Congreso de la República.
1996
06/03/1996: Pascuala Rosado, dirigente popular y lideresa de Huaycán, es asesinada por el PCP-SL.
16/05/1996: Explosión de Coche Bomba en un Grifo Shell de La Victoria, en protesta por la firma con la empresa Shell para la explotación del Gas de Camisea.
17/12/1996: Un comando de 14 miembros del MRTA toma por asalto la residencia del embajador japonés Morihisa Aoki. Al final del año, luego de sucesivas deliberaciones y pronunciamientos todavía quedan 74 rehenes.
1997
22/4/1997: La “crisis de los rehenes” termina con la intervención militar y 17 víctimas: el vocal de la Corte Suprema, Carlos Giusti, dos oficiales del Ejército y los 14 emerretistas que asaltaron la residencia.
17/05/1997: Coche Bomba explosionado por el PCP-SL frente a la Comandancia Policial de Ate, por el “aniversario” del inicio de su “lucha armada”.

Hasta aquí hago el recuento. Y sé que la lista no es completa. Pero creo que por sí sola, desbarata el tremendo error que algunos jóvenes asumen facilistamente, sin el menor interés en ahondar más e investigar. Dicho sea de paso, si alguien desea, puede aportar más datos o precisiones, sólo recordemos que la relación está referida a (i) atentados terroristas, (ii) en Lima y Callao.

Fueron más de 15 años de violencia, cuyos remanentes -aunque debilitados- perduran y que, ahora, pretenden reciclarse proponiendo “acuerdos de paz”. Creo firmemente que con asesinos no se negocia. Los asesinos, sea cual fuere su “justificativo” (terrorismo, provecho personal, venganza, etc.) son delincuentes que deben ser capturados, procesados, condenados y cumplir su condena. Deseo que nuestro país llegue a tal nivel de madurez para que esta trágica historia no se repita. La captura de “Artemio” nos da una nueva oportunidad para hacer las cosas bien, con las nuevas generaciones.

Lima, 12 de febrero de 2012.