Por Neil Irwin
Columnista del Washington Post
[Publicado el 10 de enero de
2014 en el blog Wonkblog del Washington Post, http://www.washingtonpost.com/blogs/wonkblog/wp/2014/01/10/the-beatles-were-the-mitt-romney-of-the-1960s-and-other-policy-lessons-from-the-fab-four/].
Los Beatles en el "The Ed Sullivan Show" el 09 de febrero de 1964. Foto: AP, incluída en el texto original del artículo traducido |
Hace cincuenta años el próximo mes, los Beatles viajaron en
el PanAm 101 de Heathrow [Inglaterra], y unas horas más tarde descendieron en
América. Conforme se acerca el aniversario, esperamos ver una gran cantidad
icónicos vídeos de la época: de John, Paul, George y Ringo sacudiendo sus melenas
en “The Ed Sullivan Show”, de los curiosos tumultos en lo que entonces era
el Aeropuerto de Idlewild, de las adolescentes que gritaban en el Shea Stadium.
Pero olvidemos la historia de la cultura pop por un minuto.
Lo que siempre hemos destacado acerca de la obra de los Beatles es lo que nos enseña
sobre conceptos cruciales en la política pública. Después de una cuidadosa
revisión de cada álbum desde “Please,
Please Me” hasta “Abbey Road”,
aquí tenemos las tres lecciones más importantes de política, extraída de los Fab
Four.
Canción “Taxman”
Lección: La Curva de
Laffer es real.
Esta canción del álbum “Revolver” de 1966 es el comentario
más explícito de los Beatles en la política pública. Los chicos de Liverpool empezaban
a ganar dinero en serio en este momento - sólo para darse cuenta que, debido a
las políticas de los Gobiernos Laboristas de la posguerra, los impuestos en el
Reino Unido se habían incrementado a una tasa marginal de 95% (según algunas
versiones, 98%). Como transmite la letra llena de ira de George Harrison, esto no
le agradaba a los Beatles en absoluto.
If you drive a car Si
manejas tu auto
I’ll tax the street. gravaré
la calle.
If you try to sit Si
intentas sentarte
I’ll tax your seat gravaré
tu asiento.
If you get too cold Si
tienes mucho frío
I’ll tax the heat. gravaré
la temperatura.
If you take a walk Si
sales a caminar
I’ll tax your feet. gravaré
tus pies.
[Escuchar la canción en: http://www.youtube.com/watch?v=ZqK97av7I3s Enlace inserto en el artículo original traducido].
Miremos una década adelante [70s]. El economista estadounidense
Arthur Laffer populariza la “Curva de Laffer” –la idea de que el aumento de la
tasa de impuestos puede, paradójicamente, hacer que el gobierno tenga menos
ingresos. En esa parte de la curva de Laffer, un aumento de, por ejemplo, la
tasa del Impuesto a la Renta hace que los potenciales contribuyentes decidan no
ganar ingresos en absoluto (¿para qué preocuparse en trabajar, si se le va a
aplicar una tasa del 95%?), o que llegue a niveles ínfimos de ingresos o que se
canalice el ingreso a otra parte para evitar los impuestos.
Los Beatles tomaron esta última opción. Se dieron cuenta de
que la mejor manera de evitar los impuestos de ingresos exorbitantes en sus
cánones musicales era a través de un poco de magia jurídica: convertir ese
dinero en ganancias de capital en lugar de ingresos. La tasa de impuesto sobre
las ganancias de capital del Reino Unido en ese momento era sólo del 30%.
“Eran las personas más
famosas del mundo, y estaban haciendo un montón de dinero, pero ellos no
estaban viendo nada de eso”, declaró Peter Brown, uno de sus directores, en
una entrevista con Bloomberg el año pasado. “Así
que las ganancias de capital fue el camino obvio a seguir”.
Formaron una compañía, Northern Songs Ltd., propietaria de
sus composiciones, que empezó a cotizar sus acciones en la Bolsa de Valores de
Londres con una oferta pública en febrero de 1965. “La comunidad financiera de Londres no estaba muy segura de qué hacer
con una empresa cuyo único activo era el potencial de composición de dos
veinteañeros de Liverpool”, señaló Bloomberg. Esto tuvo también un costo:
El hecho de que las canciones fuesen de propiedad de una empresa que cotiza en
bolsa en lugar pertenecer a los compositores de carne y hueso permitió que finalmente fuesen vendidas,
no a Paul McCartney y a la viuda de John Lennon, sino a Michael Jackson. Pero ésa
es otra historia.
Nota aparte: Si conoce acerca del
debate acerca de las normas del “carried
interest” en los Estados Unidos, podrá advertir las similitudes. Dichas
normas permiten que las Administradoras de Fondos, las Asociaciones de Petróleo
y Gas, y las Inversiones en Bienes Raíces conviertan sus ingresos en ganancias
de capital – con una tasa impositiva baja. Los Beatles fueron los primeros en aprovechar
la laguna de los “carried interest”.
Los Beatles fueron los Mitt Romney de los 60s.
Pero, en general, su experiencia –y la sensación de ira y
protesta expresada musicalmente en “Taxman”– muestran por qué los gobiernos no
pueden aumentar de forma constante sus ingresos incrementando las tasas de
impuestos. Una advertencia importante: Hay una gran diferencia entre la máxima
tasa de impuesto de 90% en Gran Bretaña en los 60s y la máxima tasa actual de
los EE.UU. de menos de 40%. Dylan Matthews, de Wonkblog, encuestó a varios
economistas para saber en qué punto piensan que la Curva de Laffer se dobla –es
decir, ¿en qué momento, el alza de impuestos genera menos ingresos para el
gobierno– y muchas respuestas señalaban el 70%.
Canción “When I’m 64”
Lección: La mejora de la
esperanza de vida requiere del replanteamiento de los sistemas de pensiones
Cuando Paul McCartney escribió esta canción para el álbum “Sgt. Peppers Lonely Hearts Club Band”, era
un impetuoso joven de 24 años, y seguramente pensaba que tener 64 años era ser
senil. En la canción, reflexiona que, con suerte, todavía será de alguna
utilidad como ser humano a esa edad.
I could be handy Podría
ser útil
mending a fuse para
reparar un fusible
when your lights have gone… cuando
se vaya la luz…
Doing the garden Haciendo
jardinería
digging the weeds… quitando
la mala hierba.
Will you still need me? ¿Todavía
me necesitarás?
will you still feed me ¿todavía
me alimentarás
when I'm sixty-four? cuando
tenga 64 años?
[Escuchar la canción en: http://www.youtube.com/watch?v=fDt26gJYVB4 Enlace inserto en el artículo original traducido].
Visto desde el 2014, suena loco. A los 64 años de edad, en
los países avanzados, no se necesita a alguien que nos dé de comer. Se pueden
hacer trabajos mucho más complejos que cambiar un fusible o cuidar el jardín.
El propio McCartney tiene ahora de 71 años, lanzó un nuevo álbum el otoño
pasado, ¡y todavía hace giras!
Sin embargo, hay un detalle. Desde el punto de vista de los
Beatles como hombres jóvenes, su idea de cómo sería tener 64 años de edad no
era tan absurda. La esperanza de vida de un varón nacido en Gran Bretaña en
1942 (el año en que McCartney nació) era de 60.65 años de acuerdo con la Base
de Datos de Mortalidad Humana (que incluso era un poco, pero sólo un poco, más
alta que en los Estados Unidos). Los padres y abuelos de los Beatles habían
vivido guerras mundiales devastadoras. La vacuna contra la poliomielitis tenía
sólo una década de antigüedad. El mundo que vivían era uno en el cual tener 64
años de edad significaba ser realmente longevo.
Esto tiene amplias consecuencias para la sociedad, en
particular en cómo estructurar programas de jubilación. Los sistemas de
pensiones, diseñados para una época en que la gente fallecía en sus 60s, tienen
serios problemas de descapitalización conforme incrementa la esperanza de vida.
Como la gente ahora está más activa en su 60s, 70s, y más allá, pueden trabajar
más tiempo, aunque con importantes excepciones para aquellos que hacen trabajos
físicamente exigentes.
Una persona que se jubila a los 65 años y vive hasta aproximadamente
los 97 años pasará un tercio de su vida recibiendo los beneficios de una pensión.
Ya no estamos en un mundo en donde un hombre de 64 años de edad está en sus
últimos días, como el futuro imaginario que McCartney preveía en la canción. Y
necesitamos que los dos sistemas de pensiones, el público y el privado, estén diseñados
de una manera que refleje esta realidad.
Canción “Revolution”
Lección: La mejora en la política incremental es el triunfo de las Grandes Teorías
En 1968, cuando se lanzó el “Álbum Blanco” el fervor revolucionario
estaba en el aire. Había muchas protestas contra la Guerra de Vietnam, había
violencia en las calles, y había una sensación de que el viejo orden debía ser fundamentalmente
destruido y derribado por cualquier medio necesario. La canción de los Beatles “Revolution”
combina un tono revolucionario casi rimbombante con un mensaje más sutil.
We all want to change the world. Todos queremos cambiar al mundo.
But when you talk about destruction, Pero cuando hablas de destrucción,
don't you know that you can count me out? ¿sabes que no vas a contar conmigo?
You say you got a real solution. Dices tener una solución real.
Well, you know, Bueno,
ya sabes,
We'd all love to see the plan. a todos nos gustaría ver tu plan.
Lennon parece haber escrito la canción como un reproche a
los ‘aspirantes a revolucionarios’, disconformes por cómo funcionaban las cosas
en las democracias occidentales y cerrando los ojos a las brutalidad real de
los regímenes comunistas.
You say you'll change the constitution Dices que cambiarás la
constitución
Well, you know, Bueno,
ya sabes,
we all want to change your head. Todos queremos cambiar tu cabeza.
If you go carrying pictures of Chairman Mao, Si sigues cargando afiches de Mao
you ain't going to make it with anyone anyhow. No vas a
lograr nada con nadie.
Pero hay otros temas en la canción que se aplican de manera
más amplia a la política.
Es fácil mirar alrededor del mundo, ver sólo lo malo, y querer
demoler todo el sistema. Lo que es mucho más difícil es el ‘trabajo sucio’ de
identificar acciones y prácticas para mejorar de manera real la vida de las
personas, siempre respetando las existentes instituciones e intereses lo suficiente
como para generar un cambio positivo a través de medios democráticos.
En otras palabras, podría ser bueno que decir “el sistema de salud de EE.UU. es un
desastre y debe ser reemplazado por un sistema estatal, como en Gran Bretaña o
Canadá”. Pero si quieres lograr que más personas obtengan coberturas a
menor costo, y para conseguirlo debe lidiar con el desordenado sistema
constitucional de los Estados Unidos, lo que realmente necesitas no es una revolución
sino más bien una Ley de Salud que se pueda pagar.
Los bancos ayudaron a provocar la crisis financiera, y
quieres venganza, ¿no? Bueno, la nacionalización de los bancos puede sonar bien,
pero en realidad podría frustrar el camino a la recuperación económica y además
exige un enorme costo financiero y político. Tal vez sea mejor contener a los
bancos con una compleja pero expansiva Ley Dodd- Frank para tratar de asegurarse
de que estén mejor regulados.
Dices que tienes una solución real. Bueno, ya sabes, a todos
nos gustaría ver tu plan. Pero a veces es mejor si el plan es una realidad
concreta y viable –no una visión quimérica de cómo cambiar la forma de la
política con una revolución.
Pero eso no es todo
He aquí las potenciales lecciones de política pública que podría
aprenderse de varias canciones de los Beatles, recogidas por el equipo de
Wonkblog:
“Eight Days a Week” – El caso de la semana laboral de 40
horas.
“Paperback Writer” – Sobre cómo la Ley de Derechos de Autor puede
asfixiar paradójicamente la innovación.
“Eleanor Rigby” – Evidentemente, sobre “Meals on Wheels”
[servicio voluntario y sin fines de lucro que proporciona y ofrece comida
caliente a hogares de adultos mayores y personas discapacitadas].
“I Am the Walrus” – Sobre las ventajas de los híbridos
humano-animales.
“Back in the USSR” – Apoyo a la “diplomacia paralela” y a los
compromisos mediante “poder blando”.
“Her Majesty” - Una crítica sutil al republicanismo de la
Commonwealth.
* TRADUCCIÓN LIBRE REALIZADA POR EL PROF. JOSÉ L. GODOY, RESPETANDO TODOS LOS DERECHOS DE AUTOR, CON FINES ÚNICAMENTE INFORMATIVOS Y DIDÁCTICOS, Y SIN FINES DE LUCRO, EN CONCORDANCIA CON LA LEY DE DERECHOS DE AUTOR PERUANA.