Citas para reflexionar...

"Una persona exitosa es la que construye un edificio sólido con los ladrillos que le van lanzando los que quieren derribarla"
[David Brinkley].

18 de marzo de 2012

¿POR QUÉ HONRAMOS A GEORGE WASHINGTON? (POR DAVID BOAZ)


Publicado originalmente en inglés [Why We Honor George Washington?] el 20 de febrero de 2012 en “CATO@LIBERTY”, http://www.cato-at-liberty.org/why-we-honor-george-washington/
Traducción libre del inglés al español, realizada por el Prof. José L. Godoy.


Hoy se celebra el vagamente denominado "Día de los Presidentes", pero el miércoles es el aniversario del nacimiento de George Washington. Así que es un buen día para recordar su contribución a la República Americana. Escribí esto hace varios años:

George Washington fue el hombre que estableció la República Americana. Dirigió al Ejército Revolucionario contra el Imperio Británico, se desempeñó como el Primer Presidente, y lo más importante, dimitió del poder.


Pintura de John Trumbull, "El General George Washington renunciar a su cargo"

En una era de hombres brillantes, Washington no fue el más profundo pensador. Él nunca escribió un libro ni un largo ensayo, a diferencia de George Mason, Thomas Jefferson, James Madison, Alexander Hamilton y John Adams. Sin embargo, Washington hizo realidad las ideas para la fundación de Estados Unidos. Él encarnó las ideas liberales y republicanas en su propia persona, y él les las hizo efectivas a través de la Revolución, la Constitución, su exitosa presidencia, y su salida del cargo.

¿Qué es lo bueno de dejar el cargo? Seguramente es más importante lo que hace un Presidente en el cargo. Pero, pensemos en otros grandes jefes militares y líderes revolucionarios, antes y después de Washington: César, Cromwell, Napoleón, Lenin. Todos se aferraron al poder que habían obtenido y lo mantuvieron hasta la muerte o la derrota militar.

John Adams dijo: “Fue el mejor actor de la presidencia que hemos tenido”. De hecho, Washington era una persona muy consciente de su reputación, que trabajó toda su vida desarrollando su carácter y su imagen.

Hoy en día, Joshua Micah Marshall escribió sobre el Primer Presidente de Estados Unidos: “todo fue una puesta en escena, una actuación”. Marshall olvida un punto. Washington entendía que el carácter es algo que se desarrolla. Él aprendió de Aristóteles, que la buena conducta surge de los hábitos, los cuales a su vez sólo pueden ser adquiridos al repetir acciones con corrección. “Somos lo que repetidamente hacemos”. De hecho, la palabra “ética” viene de la palabra griega “hábito”. Decimos que algo es nuestra “segunda naturaleza”, cuando no es algo innato, sino un hábito que hemos desarrollado. De la lectura de los filósofos griegos y de los estadistas romanos, Washington desarrolló una comprensión de lo que es el carácter, en particular, el carácter apropiado para un caballero en una República de ciudadanos libres.

¿Qué valores expresan el carácter de Washington? Él era un agricultor, un hombre de negocios, un comerciante entusiasta. Como hombre de la Ilustración, estaba profundamente interesado en la “agricultura científica”. Sus cartas mientras dirigía su granja en Mount Vernon son más largas que las cartas escritas mientras estaba a cargo del gobierno (por supuesto, en 1795 más personas trabajaban en Mount Vernon que en todo el Poder Ejecutivo del Gobierno Federal).

También era un hombre liberal y tolerante. En una famosa carta a la Congregación Judía de Newport, Rhode Island, elogió la “política liberal” de los Estados Unidos sobre la libertad religiosa calificándola como digna de ser emulada por otros países. Él explicó: “ahora ya no se habla de tolerancia como si se tratara de la indulgencia de una clase de personas para que otra disfrute del ejercicio de sus derechos naturales inherentes, ya que, felizmente, el Gobierno de los Estados Unidos, que no sanciona la intolerancia ni apoya la persecución, sólo requiere que los que viven bajo su protección se comporten como buenos ciudadanos”.

Y sobre todo, sostuvo “valores republicanos” –es decir, creía en una República de ciudadanos libres, con un gobierno basado en el consentimiento, establecido para proteger los derechos de la vida, la libertad y la propiedad.

A partir de sus valores republicanos, Washington rechazó la realeza, incluso para sí mismo. El escritor Garry Wills lo llamó “el virtuoso de las renuncias”. Washington rechazó el poder no una sino dos veces: una vez, al final de la guerra de independencia, cuando renunció a su cargo militar y regresó a Mount Vernon; y otra, al final de su segundo mandato como Presidente, cuando rechazó las súplicas para que asumiera un tercer mandato. De este modo, estableció un estándar para los presidentes estadounidenses que se prolongó hasta la presidencia de Franklin D. Roosevelt, cuyo gusto por el poder era más fuerte que los 150 años de precedentes establecidos por Washington.

Demos la última palabra al gran adversario de Washington, el Rey Jorge III. El Rey preguntó al pintor estadounidense Benjamin West, lo que Washington haría después de recuperar su independencia tras la renuncia. West respondió: “Dicen que va a regresar a su granja”.

El monarca dijo incrédulo: “Si lo hace, será el hombre más grande del mundo”.

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P.S.: Declaro que respeto todos los derechos de autor del texto, el cual reproduzco al amparo de las leyes peruanas, que permiten la reproducción del mismo sin fines de lucro y con fines pedagógicos.


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